Tras una serie de gestiones lideradas por la propia comunidad educativa, ante rumores de un posible cierre del establecimiento, el Jardín Infantil Intercultural Ayun Ruka de Ancud del sector Ribera Sur en Pudeto Bajo, podrá seguir funcionando mediante un nuevo proyecto que contempla remozadas instalaciones, dado que el actual recinto presenta un importante deterioro estructural, además de ubicarse en una zona inundable.
Se trata del único establecimiento preescolar de carácter intercultural de la comuna, el cual actualmente es administrado por la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor vía transferencias de fondos de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji).
En base a estas condiciones, desde la entidad consistorial se indicó que mientras se concreta la iniciativa de relocalización, se ejecutará una serie de reparaciones mediante fondos transferidos por el concejo municipal, que permitan el funcionamiento del jardín.
Así lo detalló la encargada de infraestructura del organismo, Irene Hartmann, luego de pasar revista al establecimiento.
«Concurrimos a hacer la evaluación de lo que podría costar dejar en condiciones el jardín para funcionar un año, un año y medio, dos años, que pudiese demorarse el proyecto de reposición con relocalización. No olvidemos que primero hay que hacer un diseño, la especialidad de esto y la construcción, y la construcción no es tan chica como para decir que nos vamos a demorar tres meses», enfatizó la profesional.
Montos
La personera agregó que «nosotros vimos que son alrededor de 56 millones (de pesos) los que sale reparar el jardín, eso sería reparar todas aquellas partidas que se encuentran con algún grado de deterioro, y que puedan causar algún riesgo o que a futuro puedan ir aumentando su daño, especialmente lo que es la reposición de uno de los muros, que es el muro de la parte noroeste. También el muro que da al norte está con bastante daño, porque se ha caído plancha de fibra de cemento», precisó la fuente.
Todas estas mejoras podrían extender la vida útil del edificio, además de zafar los riesgos de enfrentar algún fenómeno de inundación, en caso de que así sucediera.
Así en más, Alicia Marilicán, educadora del mencionado centro de enseñanza destacó que «después de hacer varios ruidos hoy día se logra esta conversación, y se logra encontrar acuerdos para que el Ayun Ruka siga funcionando».
«Esperamos que no queden en el tintero algunas cosas como es el tema de matrículas, que esto sea un aliciente para poder seguir avanzando, que nuestros niños puedan llegar para ser matriculados porque estaban cerradas las matrículas, era un proceso de cierre que ya había», mencionó.